En cuanto a fanzine se trata, Tacna ha explorado poco este género
de publicaciones, y en específico el fanzine literario. Algo peculiar, si
consideramos que el formato, por sus características, se presta como vitrina
ideal para la difusión intelectual o artística de cuanto colectivo, circulo de
estudios o grupo humano se trate. Una lástima. El hecho no hace más que señalar
la sintomática situación de los agentes literarios que brillan por su ausencia.
Otra sería la historia, si pulularan indiscriminadamente los fanzines, revistas
y publicaciones parecidas. Sin embargo, es en este contexto cuasi desértico, que
Diego Huanqui, poeta, médico y actor teatral, lanza sus divertidos y muy
creativos fanzines.
Yo creo que si de fanzine hablamos, Diego Huanqui lleva la
batuta en Tacna. Lo conocí, si mal no recuerdo, allá por el año 2015. Una época
difícil para quien escribe. Por entonces organizaba microferias de libros, si
vale la expresión. Que no es más que eufemismo para mis parches en pasaje Vigil
o Plaza Colón, donde tendía mi aguayo, y ofrecía los diferentes libros de mi
editorial pirata Sanatorio. En una de esas microferias, me encontré con Diego
Huanqui. Se interesó vivazmente por la poesía de Luis Hernandez, autor de “Vox
Horrisona” que por entonces edité. Inmediatamente entablamos animada conversación para finalizar con
un ping pong de proyectos. El me aseguraba que dentro de poco sacaría un
fanzine, y así fue como salió uno de sus primeros trabajos que le conozco: “Locura
Lírica”; y desde entonces, sé que lo suyo es el fanzine.
Y ahora, sorprende con una nueva publicación, el fanzine
denominado “HDP: Hojas De Poesía”. Más allá de eso, me parece oportuno hacer
algunos apuntes en torno al fanzine, extraño concepto que hace oscura su
recepción, sobre todo para una ciudad que ha explorado con timidez este género
de publicaciones. El fanzine deviene de la abreviatura en ingles fan’s
magazine; revista hecha por fanáticos, traducido a secas. Pero en la práctica cobra
otro sentido. Es la autoedición de una pequeña revista de interés variado, que
puede rayar con la música, el cine, el ánime, y este caso, la literatura. De
edición dadaísta, y reproducida mediante fotocopias a blanco y negro, o a
color. Su objetivo es difundir algún tema de interés para un subgrupo social o
tribu urbana. Su origen histórico es aburrido, de manera que nos quedamos con
lo chévere que es producirlos.
Abro el HDP que Diego Huanqui junto con Maritza Mejía Copaja, editan bajo el seudónimo de Rómulo y Ginebra, alter egos que en esta edición
expelen interesante hiperquinesia. De inmediato el contenido se nos ofrece como una suerte
de puzzle o crimen al que debemos seguir las pistas. Los contenidos obedecen al
formalismo del cadáver exquisito, el cut up, el collage y el automatismo. Por
sus temas, podría decirse que roza el erotismo, la confesión íntima, el
autodescubrimiento, y la resistencia social. A mí me parece que es un perfecto
lugar para ensayar la escritura, o
alguna especie de semiótica oscura. Escrito a manera de diálogo, dos voces, (que
quizá solo sea una) juegan a hacer tierna dialéctica filosofando a diestra y
siniestra por medio de la metaescritura, como se vislumbra en algunos de sus
versos. Pues este fanzine está compuesto más por versos e imágenes sugestivas
arrancadas de periódicos. No es fanzine que produce ensayo o narrativa. Es un
signo unívoco que, en efecto, señala polisemia.
El mismo Diego Huanqui me refiere que detrás de este fanzine
hay un sentido oculto, y que nada de sus signos y síntomas están en vano. Cada imagen
y letra configuran un mensaje que el lector deberá revelar. Yo renuncio a tal
empresa, me parece que el fanzine es demasiado inteligente para mí. No tengo nada
que increparle. Una publicación que ha nacido para jugar, no se le puede tildar
de nada, salvo exigirle el imperativo de continuar con su actividad. El autor o
los autores de este fanzine se han esmerado en producir un texto humorístico y
juguetón, fotocopiado a colores, con el único objetivo –me parece– de movilizar
su escritura. Y nosotros, lectores, no podemos hacer más que libar de este
néctar que es “HDP: Hojas de Poesía”. Me atrevo a hacer una final observación
para terminar. Y es que le exijo a Diego Huanqui no cesar ni escatimar en
contenidos respecto al fanzine. Estoy seguro que su talento encontrará mejores
vertederos y nuevos ataques de creatividad, hasta terminar en más fanzines con
amplia y más escritura. Sería una pena ver morir un género tan prometedor en
Tacna.
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