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"5 METROS DE POESÍA" DE MIGUEL GUTTI

¿Es la obra de Miguel Gutti, “5 metros de poesía”, una interpretación, crítica o comentario a la personalidad y obra de Oquendo de Amat,...

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domingo, 3 de febrero de 2019

"5 METROS DE POESÍA" DE MIGUEL GUTTI




¿Es la obra de Miguel Gutti, “5 metros de poesía”, una interpretación, crítica o comentario a la personalidad y obra de Oquendo de Amat, o es un mero pretexto para proyectar un método de frenético lenguaje corporal  y simbolismos random? Aunque Miguel Gutti quiera contarnos el sentido que quiera darle a su obra, hay que decirlo, su propuesta con este unipersonal sugiere una pequeña investigación en su razonable proceso de experimentación y aprendizaje. La obra pareciera responder a una egoísta pregunta propia del actor comprometido con su vivencia  más no con sus discursos:  ¿Se puede escenificar algo tan abstracto como la poesía de un delirante? Naturalmente, la respuesta afirma parcialmente la posibilidad hegeliana de realizar racionalmente este “5 metros de poesía” con un método que deglute el discurso literario en pos de las artes escénicas. Gracias a esto es que tuvimos anoche por primera vez un pedacito de Oquendo de Amat , de la mano de una propuesta que ahora comento.

Lo primero que me pasó al ver esta obra escénica fue asombrarme por lo que inicialmente parecía un estudio de la personalidad de Oquendo de Amat. Creí que este unipersonal nos presentaba al histórico poeta en escena. Mi decepción fue grande al observar que la escenificación del  mítico poema oquendiano, tiene como protagonista a un anónimo sujeto o tal vez  al mismo Miguel Gutti rodeado de utilería simbólica, versos delirantes a granel, y un hiperquinésico y poderoso lenguaje corporal que tiene como pretexto la vida y obra de Oquendo de Amat. No vamos a negar que como espectáculo,  la obra  estimula el ojo y el oído; sin embargo los recursos que Miguel Gutti usa en escena agotan su novedad conforme avanza su trama ausente. Así, lo que tendría que ser un unipersonal escénico con la obra de Oquendo como leitmotiv, no sería más que un recital dramatizado. ¿Será cierto esto?

Cómo se nota que Miguel Gutti hizo una necesaria sumersión en la poesía oquendiana. Leyéndola, haciéndola suya,  mixturándola con su bagaje creativo, generó una kinesia y proxemia que dan cuerpo y voz renovadas al poema. A mi parecer, esta manera de usar lo corporal y el espacio escénico, sumerge al espectador en un acertado clima de angustia y delusión, dada  la naturaleza de la poesía oquendiana. Llamaría a esta técnica de Miguel Gutti como inoculación de ansiedad. A través de la hiperquinesia y la hiperventilación en escena, dota al verso recitado de movimientos corporales al punto de casi dibujar el alfabeto. El clímax de esta técnica lo vemos cuando hace que la sangre le suba a la cabeza mediante una pirueta bocabajo, cambiando de color la cara, rodeandose de transpiración ansiosa. Todo esto invoca a su anónimo personaje de atmósfera inquietante que encarna la esquizofrénica  experiencia de leer los versos oquendianos.

Algo que no encuentra auténtica resonancia en este unipersonal, son los gestos vacíos con la utilería, que me parecieron lugares comunes demasiado obvios porque no resignifican nada. Por ejemplo la soga o la botella de vino están ahí en su significado más banal, y solo logran hacer vaga referencia al vicio y la enfermedad que persigue estereotipadamente al genio poético; o el libro de poesía para sugerirnos perogrullescamente un viaje a la poesía de Oquendo de Amat. Tales gestos vacíos son innecesarios. De otro lado, sí me gustó el lugar que ocuparon las dos bancas para simbolizar la soledad del autor que realza  sutilmente la puesta en escena. Otra cosa que no parece ser acertada, es la indumentaria, esa mezcla de enagua junto a un saco de vestir, que tampoco se integra ni tiene resonancia especial, salvo como repertorio distractor o juguete de interacción, alargando más la obra,o ampliando un léxico meramente visual. Aunque el actor diga: “Quiero integrar lo femenino a mi interpretación actoral”, el espectador no ve eso.


Una vez terminada la obra, me pregunté: ¿por qué un unipersonal de Amat? ¿No será posible hacer una obra integral y orgánica de Oquendo? La respuesta está en el experimentalismo de Miguel Gutti. Siendo el un ambicioso artista formado en la escuela que hace un teatro ombliguista, más no discursivo,  “5 metros de poesía” no se trata de teatro por la literatura, sino todo lo contrario. De modo que la obra de Oquendo de Amat se subordina al formato de la dramaturgia, género ya independizado de la literatura, o rama interdisciplinaria que las artes escénicas han asimilado por razonables motivos. De ahi que llame la atención que esta obra, de intención homenajista, se cierra únicamente sobre la obra poética, en lugar de revisar la personalidad o vida del poeta. El pretexto de tener a la poesía oquendiana como tema y cuasi narrativa, se debe a la mera producción de los laboratorios de teatro, asumiendo como reto la dramatización de la obra poética, en lugar de tener al propio Oquendo como protagonista.

Obviamente entendemos el porqué de esta falta de trama y centrismo en la obra poética. De todas maneras, este “5 metros de poesía” parafrasea enérgicamente los “5 metros de poemas” de Amat, de una manera que abre e incita el debate por la influencia y sentido del histórico poeta peruano. Pese a que en otras ciudades esta obra se acompañó de audiovisuales, me alegra haberla visto sin tanta truculencia, dejando mi teoria de espectador amalgamarse con las texturas mostradas en escena. Así el lugar que ocupa la falta de narrativa definida en la obra, la reducción de la música dramatista solo al inicio y al cierre, la ausencia de escenografía ambientalista, todo ello da paso a un mano a mano entre la poesía oquendiana y el público, que tiene como intermediario una fornida interpretación que se adapta, a mi parecer, a cualquier escenario por su acertado simplismo. 

Takna

Yhan Koronel

sábado, 26 de enero de 2019

"VUELO DE ARCHAEOPTERYX" Adelanto de poemas







La historia dice así. Me planteé escribir un poemario al año como mínimo. Esto para sencillamente ejercitar y ensayar el estilo. Luego de publicar “Perreo”,  tenía muchas ganas de soltar mi verso y hacerlo correr en las autopistas de un libro ligero y lírico. Se me ocurrió probar con la  hostilidad de la urbe y lo difícil de adaptarse, como temática. Todo esto ambientado en los recovecos de Tacna, y que a la vez fuese un discurso crítico, entre florido y espinoso. Se me ocurrió escribir “Campos de concentración”. Lo escribí  en cuadernos y hojas sueltas con letra galopante mientras viajaba por las venas de Cuzco a fines del año pasado. Llegué a acumular un  grupo de 80 poemas sin corregir y a puro pulso. Sin embargo, mi necesidad espiritual hizo que escribiera otra clase de poemas paralelamente. En un borrador aparte fui escribiendo frenéticamente un verbo que provenía de otras pulsiones. Una escritura libre de toda preformación y toda intención me visitó entre diciembre y enero. Así fueron acumulándose más de 120 poemas que escribí en secreto y en los pocos espacios que tuve durante el día. La temática general raya el humor negro, la ironía, y los juegos linguisticos. Se volvieron textos que apelaban al metalenguaje y la metacognición. Decidí partir los 120 poemas, organizarlos en dos libros, para publicarlos como imaginario de dos poderosos símbolos que me han acompañado desde que era un chibolo desquiciado. Así nació este primer volumen de poemas que será “Vuelo de Archaeopteryx”, y la otra parte, “Burbujas de Celacanthos”, será publicado con posterioridad. Dejo aquí algunos poemas de este primer libro que publicaré este año. Espiritualmente me siento más cercano a “Vuelo de Aechaeopteryx” por lo que dejaré los versos de “Campos de concentración para después.





Me doy de beber vidrio molido

Los panes que toco estallan en mi boca


Siempre le estoy diciendo a la gente

cosas que yo mismo no puedo hacer


Te estas preguntando quien soy

No me importa quién seas


Imagina que el verbo ser es un recipiente

Se puede llenar con cada cosa con cada cosa


No uses tu imaginación para pensarlo


Ayúdame a ser yo mismo, aunque sea un mal negocio

Tú y yo perderemos, tú y yo…


Me pregunto cuánto durará esta mentira



*

Qué rápidamente

entra Uno

en el templo del lenguaje


Es todo menos un templo


A menudo las palabras

nos sujetan  de modos

que nos gustaría detonar


Partir la retórica sintaxis

que no somos 


Está claro que una palabra

lleva a otra y finalmente

lo que decimos


Cae fruto de gramáticas
jamás aceptadas


Todo esto lo decimos

desde el lenguaje,

desde nuestro no lenguaje




*

Ya sabes

Ya sabes que todo
Que todo tiene
Tiene su fórmula


Su fórmula secreta

Secreta en lo profundo

Profundo de lo que

De lo que no entiendes


No entiendes pero sabes

Sabes y te cuesta

Te cuesta comprender

Comprender que no hay

No hay nada que saber


Saber para ser

Ser para entender

Entender que todo eso

Todo eso no es importante



*


No debí mostrarles

quién era realmente

Debí guardar un poco
para mí


No debí abrirme

contarlo todo

mostrar mis heridas

dejar que me hagan

otras


Ahora me reproducen

y veo tantas

versiones de mí

deambulando en

las calles


Desperdigados

perdidos

Todos creen ser

ellos mismos

No imaginan

del molde que han

salido


No debí mostrar

todas mis palabras

Debí reservar

otros neologismos

pleonasmos


Moriré antes de saber

por qué escribí

todo esto.



 *
  
Escribo porque

no sé cantar, no sé

pintar, tampoco

Jugar fútbol
Escribo porque

No sé hacer el amor

No sé trabajar

Y en realidad

Hago todas esas cosas

y no es suficiente

Lo mío es amontonar

palabras, unas

sobre otras

Prenderles fuego

Bañarlas, secarlas

Bajo la luz de nada


Solo sé tropezar

con los hoyos del

lenguaje, caer

en su sinsentido

revelar sus fisuras

mostrar lo bello

que es escribir


Aunque nadie tenga

Ojos para

su hermosura


Y así paso mis días


Desnudando

un cuerpo


Vistiendo

un cuerpo